divendres, 1 d’abril del 2011

Mi vecina, su tele y otras desgracias

Querría empezar mi entrada enseñando el lugar en el que ocurre todo. No es un dibujo muy real, porque en mi bloque de pisos el sol no está tan al lado. Habríamos muerto si esa imagen fuese basada en hechos reales. Como en toda clase de bloques de pisos, hay vecinos. Vecinos que no sabías ni que existían hasta que los ves entrando de pasear al perro y... vecinos. Los vecinos (así, en negrita) son muy tocapelotas. Bueno, no lo sé, porque yo sólo he vivido en un lugar y no conozco a otros vecinos, pero los míos, algunos sobrepasan el límite del hijoputismo (aún más que ponerte con la flauta a tocarla mientras dices Visca el Barça! el día de la Chempions, como dice Mourinho, que eso lo hago yo y estoy muy orgullosa), como mi vecina

Éste es otro esquema que he hecho para facilitaros mi situación. La línea entre mi vecina y yo es que ella está un piso más arriba, para que nos vayamos entendiendo. Mi vecina rondará los 80, o no sé, pero tiene pinta de ver a Torreiglesias por las mañanas, eso sí. A mi vecina la conozco desde pequeña, y ya me daba el coñazo tocándome los mofletes porque era muy cuca. También era muy cuca cuando su hijo tiraba cigarros por la ventana y se caían al tendedero y quemaba las sábanas. Aún más cuca era cuando decía que el hijo no fumaba. No sé el paradero del hijo de mi vecina, ni lo quiero saber, que bastante tengo con la madre. Mi vecina SIEMPRE se ha preocupado por mí, diciendo que de todas las vecinas 'pequeñas' que tiene soy la más amable, pero ésto pierde fuerza cuando en vez de llamarme por mi nombre me llama Paula

A mi que me llamen Paula no me molesta mucho. Me molesta que mi vecina tenga televisión. Mi vecina tiene una televisión muy grande, que dice que se la regaló su hijo, el tocapelotas que quema colchas. Le llamaremos así. Pues con la llegada de la súper-tele que tiene mi vecina, se acabó que la mía se oyera. No es que rompiese la antena ni nada de eso, es que la pone alta no, lo siguiente. Ésto, al fin y al cabo no es un 'problema'. Si al menos viese algo de buen gusto, se lo perdonaría. Pero no, ella ve 'El diario' (el que ya no es ni de Patricia, pero la gente llama a la señora que esté por el nombre de la primera) o el tarot por la noche.   

No sé si por casualidad o algo, pero jamás había visto ese programa del tarot, hasta que un día lo empecé a ver. Una puta mierda. Lo peor es que hay gente que se lo cree y les da dinero. Salió un tal 'Sandro', y mis ganas de saber más de él, le busqué en Google. Pues bien... Cuidado a lo que veréis en estos siguientes segundos. 


Ese es Sandro. El cabrón que lleva 5 noches haciéndome ir tarde a dormir. Él y mi vecina, a la que tanto adoro y me mancha las camisetas con lejía y luego dice que ella no usa eso. Ahora estoy algo dolida porque la señora de la limpieza que tiene le ha robado la pensión. Mientras se lo contaba a otra vecina decía éstos de fuera, en cuanto les das algo para confiar, te roban. Os parecerá normal, pero... La señora de la limpieza de mi vecina es de aquí, de toda la vida. 

Y ésta es mi entrada sobre mi vecina, a la que amo y adoro... Igual me da por hacer una segunda parte, si por ese entonces aún no he llamado a 'España Directo' a hablar sobre ella. 

:)



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